Ahora es habitual acudir a dietas muy duras que los primeros días hacen que el hecho de comer sea un duro escalón al que hacerle frente y subirlo, para que todo vaya bien. Aunque te sientas identificada con esto, apuntarse a una dieta no tiene porque ser tan horroroso, pudiendo evitar la ansiedad que provoca una dieta.
¿Cómo? muy fácil. Mediante las recompensas. No se trata de que te castigues, diciendo "No puedo comer esto, y esto tampoco y lo otro menos..." Al contrario, debes buscar la manera de unir el significado salud y placer.
Cada vez que cumplas un objetivo como tomar 5 días ensalada con carne a la plancha o pescado, toma una pastilla de chocolate (un día a la semana) o un bollito integral con un café. Verás como esa recompensa te sabe a gloria y no tendrás la necesidad de caer en la necesidad de desesperarte por un snack dulce.
